domingo, 7 de agosto de 2011

Ladrando a las estrellas

Cómo pudo la llegada de la luna en el momento de tu nacimiento influir sobre ti, ni entonces ni ahora. Naciste en una habitación cerrada, la luz de la luna se filtraba por debajo de la puerta. La única influencia que podía afectarte era su luz, su gravitación, sin embargo la influencia gravitatoria del médico, de tu madre de los demás pacientes era mucho mayor. La masa lunar es mucho mas grande que la de todas estas personas pero ellas estaban más cerca, mucho más cerca..,
Entonces, llegó una criatura más al planeta, no muy diferente a las que ya existían en él. Empezó a abrir los ojos pero no sabía observar, empezó a abrir su boca pero no sabía hablar, sus pequeñas piernas empezaron a producir algún movimiento, pero sus primeros pasos estaban aun muy lejanos, y entonces empezó a llorar, aprendió a sentir.
Los minutos horas, días pasaban empezó a distinguir formas objetos y personas, ya sabía dedicar algunas sonrisas. Pasaron los años y comenzó a observar, a interesarse por ella y estudió su entorno, su evolución..Comprendió q estaba muy lejana a sus inicios, comprendió con tristeza q la naturaleza pasó ya su cenit y estaba contemplando su muerte. Fue capaz de reflexionar sobre el misterio de su origen...Se asombró de estudiar el extraño y tortuoso sendero por el cual había surgido desde un dinosaurio, quizás un rey o un mendigo, un marinero, inventor o dictador, un poeta o un alcohólico, un cometa… le llamó la atención los billones de átomos que componía su cuerpo ,su existencia. Era el material del Cosmos contemplándose a sí mismo.
Entonces todo desapareció por un instante, ante ella se plantó un camino. Consideró la enigmática y problemática cuestión de su futuro. Se llamó a si mismo humana. Y ansió regresar a las estrellas”

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